7 de septiembre de 2011

El Chile que sigue Esperando...



Anoche, despues del trabajo, llegue raudo a mi hogar a prepararme para el tributo semanal al balonpie, que desde ya mas de 2 meses, vengo practicando junto a un grupo de amigos.

Me cambie rapido, me prepare y parti a la cancha que me queda a uno 25 minutos en micro, ya que como buen trabajador medio, no tengo movilizacion propia aun.

Camine tranquilo, pues tenia algo de tiempo y al llegar al paradero, corri para alcanzar una liebre, no un transantiago, sino una liebre rural que viaja desde Santiago hasta Buin, pasando por localidades (o comunas) como San Bernardo, el Rulo, cerca de mi casa y el mall, donde estan ubicadas las canchas.

Estamos en Septiembre, mes de la Patria, y a pesar de que no quiero escribir sobre eso ahora, me llego al corazon mirar la imagen de chilenidad que vi al subir a la liebre... Jovenes, adultos, estudiantes, trabajadores, todos de marcada clase media-baja, con sus caras cansadas de trabajo, con ansias de llegar a sus casas a descansar, a preparar sus cosas para el otro dia, a tomarse una cerveza y a echarse a ver tele a la cama. Pense... Esto es Chile Mierda!!!

Chile, pense para mi. Esto es el verdadero Chile, que me golpeo como una cachetada al subir a la incomoda micro, llena en sus asientos y pasillos por gente cansada, que a esa hora, 8 y media de la noche, volvia de sus quehaceres.

Llegue a mi partido, jugamos y despues nos dirigimos como siempre, al esperado "tercer tiempo", donde se comentan las jugadas, se planifica el proximo encuentro y se rehidrata el cuerpo con bebidas ligeramente alcoholicas.
Por una razon fortuita, un amigo me ofrecio llevarme a mi casa, pero le dije que no se preocupara, que podia irme mas tarde con otro amigo que me podria llevar en su auto.
Dicho esto, nos fuimos a seguir rehidratandonos, compramos otra bebida y pasamos, a "la antigua" a tomarnosla en una plaza. Despues, se ofrecio acercarme a un paradero donde podria tomar un colectivo o micro que me dejara en mi casa... Me dejo a 2 cuadras del paradero mas cercano, a las 12 de la Noche, y yo, tranquilo, comence a caminar por una calle desierta que de dia es una de las mas concurridas del centro de mi San Bernardo querido.

Nadie se veia cerca, no venian autos ni perros vagos. Pero al ir acercandome al paradero, bajo los sutiles efectos de las bebidas consumidas, el cansancio del partido y el sueño, pues ya eran cerca de las 12 de la noche, me vi pronto con una sorpresa que no esperaba... El Paradero estaba lleno. De mas chilenos, de mas pais, de mas trabajadores, estudiantes y jovenes y adultos.

Me acerque a cierta distancia y me ubique delante de todos, que miraban impacientemente en direccion de donde debia venir el transporte. me apoye en un arbol y pense... Es verdad que podria haber, a las 12 de la noche, tanta gente en este paradero esperando transporte??

Mire de reojo, todos esperaban, sus caras no eran como las de la liebre que tome para irme al partido, tenian mas astio, tenian verguenza, tenian insatisfaccion, todos miraban hacia donde debia venir el transporte, y yo estaba delante de ellos, relajado, apoyado en un arbol...
Mire mi telefono-agenda-reloj-despertador-puchingball y vi que eran exactamente las 0:00 del dia 7 de Septiembre, mes de la patria, mes de Chile, celebracion del aniversario de la primera junta de gobierno...

Me atrevi a darme vuelta, deje mi apoyo en el arbol y enfrente a las personas, que debian ser algo mas de treinta. Mujeres, hombres, estudiantes, todos cansados, todos tristes. Intente mirar a varios para lograr ver adonde apuntaban sus pupilas. Pero sus rostros, como si fueran imanes con igual polaridad, escapaban al mio. Miraban abajo o volteaban la cabeza cuando mis ojos se posaban en ellos de uno en uno. No era mas que rabia, resignacion y verguenza lo que sentian. Nadie hablaba, nadie se conocia, nadie tenia esa humanidad que yo busque, trate de buscar por ultimo, una muestra de enojo. Ni siquiera eso.

Somos tristes seres oscuros, me dije para mi mismo. A veces, no somos mas que sombras, que esperan, a medianoche de un dia Miercoles, la movilizacion para llegar pronto a sus casas, para descansar y poder comenzar mañana otro dia de rutina, en una ciudad que no es de ellos, con un rostro que no es de ellos y con una vida que quisieran, no les perteneciera...
Somos seres que vivimos asi, bajo una rutina, estudiada o no. Quizas premeditada para que no haya tiempo de pensar si esto esta bien o mal. Seguimos la vida como se ha impuesto, aceptamos la espera, aceptamos la desgracia de no pertenecer a una cierta elite... ¿Que pasa con todos esos chilenos que aceptan vivir asi, sin concientizar que su realidad es triste?

Mire mi ropa, senti mi cansancio, los efectos de la bebida, mis ganas de irme a mi casa, al igual que ellos... y me senti bien por mi, pues esa no era mi rutina. 
Pero me senti mal por ellos... Muy mal.

Al rato, unos 10 minutos de espera, paso una transantiago. El chofer me abrio la puerta y le dije "Me podria llevar al paradero que se me perdi mi tarjeta.." y el, asintio, atento al camino y a su trabajo. Sin mirarme, sin mirarlos.

Mientras el bus comenzaba a avanzar, yo miraba a esas personas que seguian ahi, esperando su transporte, esperando por su vida...


 

1 comentario:

  1. wena reportero estrella de mundomágico...
    chuta se ma cayo el carnet...
    Saludos Amigo,
    Uta que escribe bonito.
    Pablo G.

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"El que calla otorga..."