Hemos escuchado bastante las historias relacionadas al golpe de estado últimamente... Es el tema de moda en
este, nuestro mes de la patria. Todos los años, se sufre el duelo nacional por la pérdida de la democracia y del corte brutal en la historia política de Chile.
La toma del gobierno “Por la Fuerza y no por la Razón” y luego, días después,
todo se olvida con alcohol y comida en la fiesta que conmemora la primera junta de
Gobierno. La llamada Independencia de Chile.
Este ultimo año
se ha acrecentado la tendencia a comentar, a revivir el golpe, la Televisión
nos muestra imágenes que nunca antes habían sido mostradas, nos cuentan la
historia desde varios puntos de vista, el desfile de documentales que deberíamos
ya conocer, pasan y pasan por la TV, los políticos opinan, se lavan las manos,
se culpan entre sí, explican, justifican, muestran hipócritamente sentirse
cercanos o dolidos con el proceso que pudo o no justificarse como legitimo, que
pudo o no ser la solución ante el temor de un futuro incierto en ese momento
para el país, para las diferentes clases que compartían este pedazo de nación... Aunque,
finalmente, siempre se “pasan la pelota”.